Una hernia ocurre cuando una parte de un órgano interno, como el intestino, se sale de su lugar a través de un orificio de la pared abdominal.
Las hernias complicadas son aquellas en las que hay una obstrucción o estrangulación del órgano, lo que puede cortar el suministro de sangre y causar daño tisular.
Síntomas comunes de las hernias complicadas incluyen:
Dolor abdominal repentino e intenso.
Hinchazón o bultos visibles en la zona afectada.
Náuseas y vómitos.
Incapacidad para mover el bulto de la hernia.
Tratamiento:
La cirugía para tratar una hernia complicada implica la reducción del contenido herniado y la reparación de la hernia. Si el intestino o el órgano ha quedado atrapado y está dañado, es posible que sea necesario realizar una resección del tejido afectado. Dependiendo del tipo de hernia y su gravedad, la cirugía puede ser laparoscópica o abierta.
Riesgos si no se trata
Si una hernia complicada no se opera rápidamente, el órgano atrapado puede morir debido a la falta de sangre (estrangulación), lo que puede llevar a infecciones graves, necrosis del tejido y sepsis.
¿Tienes una hernia complicada o sospechas que puedes tener una?
No dejes pasar el tiempo, ya que una cirugía urgente es clave para evitar complicaciones graves como estrangulación o sepsis.
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